4 mayo al 22 mayo de 2006.
CONSTRUYO / ICH BAUE : Arquitectos Austríacos en América Latina
Österreicher als Architekten in Lateinamerika
Catálogo de la exposición, Duc
Descripción: Catálogo, 63 páginas,
Color, texto e imágenes.
Texto Bilingüe; (español y alemán).
Precio: $ 5.000
Estudiantes: $ 3.000
Contacto: info@duc.cl
Las activas manifestaciones del intercambio entre Austria y América Latina durante los últimos años, son un índice de profundos vínculos culturales construidos desde hace más de cinco siglos.
Muestra de ello es la diseminación que han tenido desde los Trópicos hasta los Andes, desde el Atlántico hasta el Pacífico, un sinnúmero de arquitectos venidos desde todos los territorios que históricamente se vincularon a lo que actualmente es Austria.
En esta larga historia hemos sido testigos de cómo la oportunidad de desarrollo y conocimiento mutuo así como las penosas consecuencias de exilio político o de la emigración económica, han hecho converger desde el más humilde obrero hasta un emperador, que desde su origen austríaco se radicaron en América.
Húngaros, checos, croatas, italianos y alemanes, entre otros, entraron a América desde las fronteras que Austria ha tenido en distintos períodos de su historia, siendo beneficiados por las políticas de convergencia y unidad que la identidad austríaca ha construido a lo largo del tiempo desde una realidad multicultural centroeuropea.
Misma realidad multicultural que ellos ayudaron a enriquecer acá en América, crisol de las más variadas culturas locales e internacionales.
Podemos distinguir cuatro momentos en que la presencia de Austria en la arquitectura de América Latina se reconstruye a través de los testimonios de quienes han ayudado a construir las condiciones de habitabilidad de un continente tan vasto y heterogéneo en lo geográfico y cultural.
El primer momento es el MITO DE ORIGEN, referido a la voluntad de construcción de un imperio en América por la casa de Austria, nombre genérico bajo el que se conoció a la dinastía reinante en España en el momento del descubrimiento de América, momento en el cual la utopía se confunde con la geopolítica, una de cuyas herramientas de civilización fueron las primeras ciudades modernas.
Sintomático de aquello es que los procesos de aculturación –através de la evangelización y las imposturas administrativas y económicas- desarrolladas durante el período de la colonización europea, se construyeron por medio de maestros de obras, carpinteros, arquitectos y urbanistas no sólo de origen español sino que –por intermedio de la internacionalización imperante en las órdenes religiosas- de origen centroeuropeo y de otros países mediterráneos, espacios en donde la presencia de Austria se dejará sentir.
El segundo momento lo hemos denominado MODELOS DE ALTERIDAD, entendida ésta como la construcción de la identidad por la mirada del otro. Así mientras la producción arquitectónica europea miraba las referencias del gran libro de la historia, invocando eclecticismos e historicismos de todo tipo, éstos se convierten a su vez en modelos de socialización de una naciente cultura latinoamericana que se insertaba en la red de transacciones simbólicas, a través de una identidad definida por el otro que va conjurando la modernidad.
Precisamente de MODERNIDADES COMPARTIDAS nos hablará un tercer momento, en donde la producción arquitectónica pretende internacionalizar una práctica bajo operaciones formales controladas por la funcionalidad de sus resultados. Cada proyecto, cada edificio, cada casa hecha acá por los arquitectos de allá, fue demostrando la necesidad de construir un lenguaje de eficiencia y voluntad formal.
Y por último el cuarto momento se refiere al actual, el que bajo la denominación LUGARES LOCALES EN ESPACIOS GLOBALES intenta dar cuenta de cómo lo que ha sido denominado por la historia de la arquitectura como regionalismo crítico se ha adaptado a los efectos de la globalización a través de la movilización de los arquitectos y sus proyectos entre un continente y otro, construyendo lugares que activan lo preexistente, ya sea invocando el patrimonio local como también las condiciones contemporáneas del habitar.
Creemos que diseñar una exposición como la que acompaña este catálogo y escribir estas líneas desde acá, desde el extremo sur del continente americano, aportará una mirada diferente que puede dar cuenta cómo una presencia se articula entre la nostalgia por la lejanía y una continuidad por la cercanía, haciendo persistente la voluntad de construir un mejor lugar para el habitar del hombre.